BUYER PERSONA

El cliente perfecto

En las entradas anteriores hemos hablado mucho sobre el Buyer persona, pero ¿qué es? El buyer persona es una representación semificticia de lo que queremos como “cliente ideal” para nuestro negocio.

¿Para qué lo necesito? Si conoces cómo es, puedes saber en qué aportarle. Si conozco sus necesidades podré saber cómo mi producto o servicio lo ayudará a resolver esa necesidad. Podrás generar contenido de valor y que le interese, y así te considerará como el indicado para solucionar sus problemas o necesidades, y se transformará finalmente en un cliente que te compra tu producto o servicio. Este cliente ideal lo construyo al comienzo de mi negocio, y luego lo voy acotando cada cierto tiempo con datos reales de mis clientes, y así puedo ir mejorando constantemente.

Pero ¿cómo lo construyo? Uno de los errores que cometemos al construir este cliente ficticio, es pensar que nosotros somos parte de este público, y eso nos hace dejar fuera características que pueden ser necesarias a considerar.

Para tener esta representación semificticia tendremos que hacer un trabajo de investigación, debemos segmentar a nuestros clientes ideales. Pueden ser una segmentación demográfica, geográfica, psicográfica y/o conductual.

Debemos hacernos preguntas como, ¿dónde vive?, ¿qué edad tiene?, ¿es solteros o tiene familia?, ¿qué hace? ¿en qué trabaja? ¿qué retos debe enfrentar en su día a día?, ¿en qué red social comparte información?, ¿qué contenido consume en redes sociales?, ¿es activista por alguna causa?, ¿es religioso?, ¿cuándo, dónde y cómo comprar productos similares al mío?, etc.

Mientras más segmentado, mientras más información tenga de mi buyer persona, podré ser más efectivo y cumplir mis objetivos. Si conozco a mi cliente sabré cómo atraerlo y cómo comunicarme con él. Y así este cliente sabrá que es mi negocio el que le solucionará su problema o necesidad.

Les dejo un ejemplo, mi negocio es vender maquillaje. Mi buyer persona, será una mujer entre 18 y 40 años, de Santiago, que trabaje en oficina, sin hijos, activa en Instagram, que escuche música actual, que le guste usar ropa de colores de moda, que para ella sea importante verse bien, que compra preferentemente vía online, que tenga los fines de semana libres para probar técnicas de maquillaje, que vea tutoriales de maquillaje, que comparta tips y tendencias de maquillaje con sus amigas, que se suscriba a newsletter de marcas de maquillaje, que por el uso de mascarilla busque maquillaje intransferible, de 24 horas de duración, interesadas en la temática animalista, que sigan influencers y tiktokers que promocionan ciertas marcas.

Si este es mi buyer persona, podré saber qué marcas traer y que se vendan con certeza, qué datos destacar de mis maquillajes, cuáles tendencias en colores querrán ver, subir tutoriales con mi maquillaje en Instagram TV, ofrecer un despacho en 48hrs, compartir información actualizada de productos que se certifican como libres de crueldad, mostrar a personas famosas que los utilizan, mostrar diferentes outfits que combinen con una paleta de sombras, hacer videos cortos de cómo combinar mascarillas y maquillaje con música actual, podré trabajar en un packaging atractivo, hacer unboxing divertidos, crear concursos bimensuales para las usuarias más activas, etc.

Y así, este cliente ideal se convertirá en una cliente real, que compre y le guste mi marca. Y cuando ya tenga clientes reales, podré obtener más datos y actualizar mi buyer persona. Quizás sea entre 25 y 50 años, si tenga hijos, y también es de Viña Del mar. Que además de Instagram mira tendencias en Pinterest. Y con esos nuevos datos voy mejorando este cliente ficticio y puedo tomar nuevas y mejores decisiones en mi estrategia de venta. Y ahora viene un nuevo paso, tener a mis clientes satisfechos.

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